Abstract
Los cambios temporales y espaciales en las variables climáticas, como la precipitación o la temperatura, controlan el dinamismo del ciclo hidrológico y, por tanto, la cantidad de agua presente en una cuenca dada. No podemos olvidar que las inversiones de hoy en la producción de bienes industriales o agrícolas tendrán ramificaciones respecto al uso y contaminación del agua en el futuro.
Fuente
Perspectivas IMTA, no. 35