Abstract
La realidad de lo que hemos vivido con relación al agua durante este primer cuarto del siglo nos demuestra que es altamente probable que esta condición cambie, pues se presentan dos forzamientos que interactúan y se potencian entre sí para agravar la conflictividad. El crecimiento poblacional, el cambio en los patrones de consumo y el crecimiento económico han generado un incremento global en la demanda de agua por diversos sectores que, aunado a los cambios en el clima hacia condiciones más extremas, nos dejan en todo el mundo frente a un escenario de crisis hídrica con vertientes sociales y económicas muy complicadas.
Fuente
Perspectivas IMTA, no. 29