Abstract
Las comunidades indígenas de Guerrero tienen una rica y fabulosa expresividad del ritual de Atzahtziliztle o Atlzatzilistle que se ha denominado “petición de lluvia". Los nativos de Zitlala comentan que ese ceremonial es una rogación, un grito de imploración y una súplica a los dioses y seres sobrenaturales asociados al agua, a los que se les adjudica la misión de traer o no las buenas lluvias para los cultivos.